La cefalea es un dolor que puede ser leve o intenso, en una o más partes de la cabeza, así como en la parte posterior y superior del cuello. Existen múltiples causas y diferentes tipos de cefalea.
La cefalea es un dolor que puede ser leve o intenso, en una o más partes de la cabeza, así como en la parte posterior y superior del cuello. Existen múltiples causas y diferentes tipos de cefalea.
El dolor de cabeza, o cefalea, es la forma más común de dolor y una de las razones principales por las que las personas se toman días de licencia y acuden al médico.
Se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez en el último año) en los adultos es de aproximadamente 50%. Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año, y el 30% o más de este grupo ha padecido migraña. La cefalea que se presenta 15 días o más cada mes afecta de un 1,7% a un 4% de la población adulta del mundo. A pesar de las variaciones regionales, las cefaleas son un problema mundial que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas.
El tipo más común de dolor de cabeza es el tensional. Este ocurre por la tensión que se genera en los músculos de los hombros, del cuello, del cuero cabelludo y de la mandíbula. Suele relacionarse con el estrés, depresión o ansiedad. Generalmente se asocian a personas que trabajan demasiado, personalidades autoexigentes, problemas del sueño, problemas de la postura, desordenes alimenticios, etc.
Existen muchos tipos de celfaleas (dolores de cabeza) siendo los más comunes las migrañas (con y sin aura), cefaleas en racimos y cefaleas por sinusitis. No todos los dolores de cabeza necesitan atención médica, pero a veces el dolor de cabeza puede indicar un trastorno más grave. Es importante consultar a un especialista si tiene dolores de cabeza repentinos y severos, y especialmente se debe consultar inmediatamente si tiene dolor de cabeza después de un golpe o si se presenta con rigidez en el cuello, fiebre, confusión, pérdida de la conciencia o dolor en los ojos o los oídos.
Cómo y bajo qué circunstancias una persona padece un dolor de cabeza puede ser la clave para diagnosticar su causa. Mantener un diario de los dolores de cabeza puede ayudar al médico a diagnosticar mejor su tipo de dolor de cabeza y a determinar el mejor tratamiento. Después de cada dolor de cabeza, anote la hora del día en que ocurrió; su intensidad y duración; cualquier sensibilidad a la luz, olores o sonido; actividad inmediatamente anterior al dolor de cabeza; el uso de medicamentos con o sin receta; la cantidad de sueño la noche anterior; cualquier estado estresante o emocional; cualquier influencia del clima o actividad diaria; alimentos y líquidos consumidos en las últimas 24 horas; y cualquier enfermedad conocida en ese momento. Las mujeres deben anotar las fechas de sus ciclos menstruales. Incluya notas sobre otros familiares que tengan antecedentes de dolor de cabeza u otro trastorno. Podría surgir un patrón que pueda ser útil para reducir o prevenir los dolores de cabeza.
La International Classification of Headache Disorders (Clasificación Internacional de las Cefaleas), publicada por la International Headache Society (Sociedad Internacional de las Cefaleas), se usa para clasificar más de 150 tipos de Cefaleas primarias y secundarias.
Existen distintos tipos de cefaleas primarias:
Tipo Tensional
Las cefaleas tensionales son el tipo más común de dolor de cabeza. Su nombre indica el papel del estrés y el conflicto mental o emocional para desencadenar el dolor y contraer los músculos del cuello, la cara, el cuero cabelludo y la mandíbula. Generalmente son causados por apriete y rechinamiento de los dientes (bruxismo), contracturas de los músculos de la cara y el cuello, jornadas laborales extenuantes, estrés. depresión, ansiedad y falta de sueño. La apnea del sueño también puede causar dolores de cabeza tensionales, especialmente por la mañana. El dolor generalmente es de leve a moderado y se siente como si se aplicara presión constante en el frente, en la cabeza o el cuello. También puede sentirse como un cinturón que aprieta alrededor de la cabeza. Lo mas frecuente es sentir el dolor a ambos lados de la cabeza.
Las personas que padecen de dolores de cabeza tensionales también pueden sentirse muy sensibles a la luz y al sonido, pero no hay aura antes del dolor de cabeza como con la migraña (ver en sección de migrañas). Generalmente los dolores de cabeza tensionales desaparecen una vez que haya terminado el período de estrés o la causa relacionada.
Las cefaleas tensionales afectan con mayor frecuencia a las mujeres. Generalmente los dolores de cabeza comienzan en la adolescencia y alcanzan su actividad máxima poco después de los 30 años. No han sido vinculados con las hormonas y no tienen una fuerte conexión hereditaria.
Existen dos formas de dolor de cabeza tensional:
La depresión y la ansiedad pueden causar cefaleas tensionales. Los dolores de cabeza pueden aparecer temprano por la mañana o por la noche, cuando se anticipan los conflictos en la oficina o en el hogar. Otras causas incluyen posturas físicas que fuerzan la cabeza y los músculos del cuello (como mantener la barbilla hacia baja al leer o mantener el teléfono entre el hombro y su oreja), y la disfunción de la articulación temporomandibular (un trastorno de las articulaciones entre el hueso temporal ubicado encima del oído y la mandíbula, o maxilar inferior).
Migraña (jaquecas)
Las migrañas son una forma de dolor de cabeza vascular (relacionado a los vasos sanguíneos). Alrededor del 12% de la población de USA sufre de migrañas.
Las migrañas implican ataques recurrentes de dolor de intensidad moderada a severa, con características punzante (sensación de que algo está clavando) o pulsátil (sensación de dolor que viene forma de pulsos) y a menudo ataca un solo lado de la cabeza. Si se dejan sin tratar los ataques pueden duran de 4 a 72 horas. Otros síntomas comunes son aumento de la sensibilidad a la luz (fotofobia), ruido y olores; y náuseas y vómitos. La actividad física de rutina, el movimiento o aún la tos o los estornudos pueden empeorar el dolor de cabeza.
Las migrañas aparecen más frecuentemente por la mañana, especialmente al despertarse. Algunas personas tienen migrañas en horarios predecibles, como antes de la menstruación o los fines de semana luego de una semana laboral estresante. Muchas personas se sienten exhaustas o débiles luego de la migraña, pero generalmente no tienen síntomas entre los episodios migrañosos.
Existen diferentes factores que puede aumentar el riesgo de padecer una migraña. Estos factores desencadenantes varían entre las personas e incluyen cambios repentinos en el clima o el ambiente, dormir muy poco o en exceso, olores fuertes, emoción, estrés, sobreesfuerzo, ruidos fuertes o repentinos, bajas en los niveles de azúcar sanguíneo, algunos tipos de comidas, tabaco, depresión, ansiedad, golpes en la cabeza, resaca, algunos medicamentos, cambios hormonales y luces fuertes o intermitentes. El uso de medicamentos en exceso o las dosis omitidas también pueden causar dolores de cabeza. En cerca del 50% de quienes padecen de migraña, los factores desencadenantes son algunos alimentos o ingredientes, entre los que se incluyen el aspartamo, la cafeína (o la abstinencia de la cafeína), vino y otros tipos de alcohol, chocolate, quesos añejos, glutamato monosódico, algunas frutas y frutas secas, productos fermentados o en escabeche, levadura, y carnes curadas y procesadas. Mantener un control y anotando lo que se come, ayudará a identificar los alimentos desencadenantes.
Las migrañas se producen tanto en los niños como en los adultos, pero afectan a las mujeres adultas tres veces más que a los hombres. Existe evidencia de que las migrañas son genéticas, ya que la mayoría de quienes padecen de migraña tienen antecedentes familiares del trastorno. También se producen frecuentemente en las personas que tienen otras enfermedades. La depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar, los trastornos del sueño y la epilepsia son más comunes en las personas con migraña que en la población general. Quienes padecen de migraña—en particular aquellas personas que tienen síntomas de pre-migraña denominados aura—tienen un riesgo levemente superior de sufrir un accidente cerebrovascular.
A menudo la migraña en las mujeres se relaciona con cambios hormonales. Los dolores de cabeza pueden comenzar al inicio del primer ciclo menstrual o durante el embarazo. La mayoría de las mujeres ve una mejoría después de la menopausia, aunque la extracción quirúrgica de los ovarios generalmente empeora las migrañas. Las mujeres con migraña que toman anticonceptivos orales pueden tener cambios en la frecuencia y la intensidad de los ataques, mientras que las mujeres que no padecen de dolores de cabeza pueden desarrollar migrañas como un efecto secundario de los anticonceptivos orales.
Fases de la migraña. La migraña se divide en cuatro fases, todas las cuales pueden estar presentes durante el ataque:
Los síntomas premonitorios se producen hasta 24 horas antes de desarrollar una migraña. Estos incluyen antojos de comidas, cambios del estado de ánimo sin causa aparente (depresión o euforia), bostezos incontrolables, retención de líquidos o aumento de la micción (orinar).
Algunas personas verán destellos o luces fuertes o lo que parecen ser olas de calor inmediatamente antes o durante la migraña, mientras otras pueden tener debilidad muscular o la sensación de ser tocados o agarrados.
Dolor de cabeza. Una migraña generalmente comienza gradualmente y aumenta en intensidad. Es posible tener una migraña sin un dolor de cabeza.
Postdromo (luego de un dolor de cabeza). A menudo las personas están exhaustas o confundidas luego de una migraña. El período de postdromo puede durar hasta un día.
Tipos de migraña. Existen varios tipos, pero las dos principales son:
Migraña con aura, previamente llamada migraña clásica, incluye perturbaciones visuales y otros síntomas neurológicos que aparecen alrededor de 10 a 60 minutos antes del dolor de cabeza real y generalmente no duran más de una hora. Es posible que se pierda temporalmente parte o toda la visión. El aura puede producirse sin padecer el dolor de cabeza que viene después. Otros síntomas clásicos incluyen confusión, dificultad para hablar, entumecimiento o debilidad muscular en un lado del cuerpo; y sensación de cosquilleo en las manos o la cara. Las náuseas, la pérdida del apetito y el aumento de la sensibilidad a la luz y/o el ruido puede preceder al dolor de cabeza.
Migraña sin aura o migraña común, es la forma más frecuente de migraña. Los síntomas incluyen el dolor de cabeza que aparece sin advertencia y generalmente se siente en un lado de la cabeza, junto con náuseas, confusión, visión borrosa, cambios en el ánimo, fatiga, y aumento de la sensibilidad a la luz, el sonido o el ruido.
Dolores de cabeza en racimo (cefaleas tipo Cluster)
La forma más grave de dolor de cabeza primario—involucra dolores de cabeza repentinos y extremadamente dolorosos que se producen en «racimos”, generalmente en el mismo momento del día y la noche durante varias semanas. Atacan un lado de la cabeza, a menudo alrededor o detrás de un ojo y pueden estar precedidos por un aura del tipo de la migraña y náuseas. El dolor generalmente llega al máximo entre los 5 y 10 minutos luego del inicio y continúa en esa intensidad hasta por 3 horas. La nariz y el ojo del lado afectado de la cara pueden estar enrojecidos, hinchados y llorosos. Algunas personas experimentarán inquietud y agitación, cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, sensibilidad a la luz, el sonido o el olfato. Los dolores de cabeza en racimo a menudo despiertan a las personas mientras duermen.
Los dolores de cabeza en racimo generalmente comienzan entre los 20 y los 50 años, pero pueden comenzar a cualquier edad, se producen más frecuentemente en los hombres que en las mujeres y son más comunes en fumadores que en no fumadores. Generalmente los ataques son menos frecuentes y más breves que en las migrañas. Es común tener 1 a 3 dolores de cabeza por día con 2 períodos por año, con un intervalo de meses sin tener síntomas. Los períodos en racimo a menudo aparecen en forma estacional, generalmente en la primavera o el otoño, y pueden ser confundidos con alergias.
Un pequeño número de personas desarrolla una forma crónica del trastorno, que se caracteriza por brotes de dolores de cabeza que pueden durar años con sólo breves períodos (1 mes o menos) de remisión. Los dolores de cabeza en racimo se producen más frecuentemente por la noche que en el día, sugiriendo que podrían estar causados por irregularidades en el ciclo de sueño-vigilia. El alcohol (especialmente el vino tinto) y fumar pueden provocar los ataques. Los estudios muestran una conexión entre los dolores de cabeza en racimo y el traumatismo craneano previo. Un aumento del riesgo familiar de estos dolores de cabeza sugiere que pueden tener una causa genética.
Las cefaleas secundarias están causadas por una enfermedad subyacente que afecta al cerebro. Los dolores de cabeza secundarios generalmente se diagnostican basándose en otros síntomas que aparecieron en forma concomitante y en las características de los dolores de cabeza. Algunas de las causas más serias de del dolor de cabeza secundario incluyen:
Tumor cerebral
Un tumor que crece en el cerebro puede hacer presión contra el tejido nervioso y las paredes de los vasos sanguíneos sensibles al dolor, interrumpiendo la comunicación entre el cerebro y los nervios o restringiendo el suministro de sangre al cerebro. La gran mayoría de las personas con dolor de cabeza no tienen tumores cerebrales.
Alteraciones de vasos sanguíneos en el cerebro
Varios trastornos asociados con la formación y la actividad de los vasos sanguíneos pueden causar un dolor de cabeza. La más importante de estas afecciones es el accidente cerebrovascular. El dolor de cabeza en sí puede causar un accidente cerebrovascular o acompañar a una serie de trastornos de los vasos sanguíneos que pueden causar un accidente cerebrovascular.
Existen dos formas de accidente cerebrovascular:
Exposición o retiro de una sustancia
Los dolores de cabeza pueden producirse en estados tóxicos como mucho alcohol en la sangre, envenenamiento con monóxido de carbono o exposición a sustancias químicas y metales tóxicos, productos de limpieza, solventes y pesticidas. En los casos más graves, los niveles tóxicos en aumento pueden causar un dolor de cabeza punzante y pulsátil que, si no se tratara, puede llevar al envenenamiento sistémico, falla de órganos y daño neurológico permanente. Estos dolores de cabeza generalmente se tratan identificando y quitando la acumulación de toxinas. La abstinencia de ciertos medicamentos o de la cafeína luego del uso frecuente o excesivo también puede causar dolores de cabeza.
Lesión craneana
A menudo los dolores de cabeza son un síntoma de una conmoción cerebral u otra lesión craneana. El dolor de cabeza puede desarrollarse inmediatamente o meses después de un golpe en la cabeza, con dolor que se siente en el sitio de la lesión o en toda la cabeza. En la mayoría de los casos, la causa del dolor de cabeza postraumático es desconocido. A veces la causa son vasos sanguíneos rotos, que dan como resultado una acumulación de sangre llamada hematoma. Esta masa de sangre puede desplazar tejido cerebral y causar dolores de cabeza al igual que debilidad, confusión, pérdida de la memoria y convulsiones. e toman medicamentos anticoagulantes.
Aumento de la presión intracraneana
Un tumor en crecimiento, una infección, o hidrocefalia (una acumulación extensa de líquido cefalorraquídeo en el cerebro) puede aumentar la presión en el cerebro y comprimir los nervios y los vasos sanguíneos, causando dolores de cabeza.
Anormalidades estructurales de la cabeza, el cuello y la columna
El dolor de cabeza y la pérdida de la función pueden desencadenarse por anomalía estructurales en la cabeza o la columna, flujo sanguíneo restringido en el cuello, irritación de los nervios en cualquier parte de la vía desde la médula espinal al cerebro o posiciones estresantes o torpes de la cabeza y el cuello. Los dolores de cabeza cervicogénicos están causados por irregularidades estructurales en la cabeza o el cuello.
El primer paso para tratar un dolor de cabeza tensional implica tratar cualquier trastorno o enfermedad específica que pueda estar causándola. La identificación del problema primario es muy importante para el éxito del tratamiento.
En muchos el problema puede ser solucionado por un solo especialista, pero no se debe perder el enfoque multidisciplinario, que comprende que las personas son un todo y que están influenciadas tanto por el ambientes social, aspectos de la personalidad y las estructuras del cuerpo propiamente tal (enfoque médico biopsicosocial). De esta forma el tratamiento podría ser dirigido por el Odontólogo especialista quien pudiera derivar a tratamientos de kinesiológicos, medicina del sueño, tratamientos de autoconocimiento y control de factores estresantes, etc.
Las terapias alternativas para los dolores de cabeza tensionales crónicos incluyen a la medicina bioreguladora, técnicas de relajación, meditación y terapia cognitiva-conductual para reducir el estrés. Una ducha caliente o calor húmedo aplicado en la parte posterior del cuello puede aliviar los síntomas de dolores de cabeza tensionales poco frecuentes. También pueden ser útiles la fisioterapia, el masaje y ejercicios suaves del cuello.
En el Centro Nacional de Bruxismo y Dolor Facial nos encargamos de hacer una diagnóstico diferencial y preliminar, para hacer la respectiva interconsulta con un Neurólogo, ya que son ellos pueden entregar el mejor tratamiento para este tipo de cefaleas.
El tratamiento de la migraña está dirigido a aliviar los síntomas y a prevenir episodios adicionales. Los pasos rápidos para aliviar los síntomas pueden incluir hacer una siesta o descansar con los ojos cerrados en un cuarto tranquilo y oscuro; colocar un paño fresco o una compresa helada sobre la frente, y beber abundantes líquidos, particularmente si la migraña está acompañada de vómitos. Pequeñas cantidades de cafeína pueden ayudar a aliviar los síntomas durante las etapas iniciales de la migraña.
La terapia medicamentosa para la migraña está dividida en tratamiento agudo y preventivo. Los medicamentos agudos o “abortivos” se toman enseguida que aparecen los síntomas para aliviar el dolor y restablecer el funcionamiento. El tratamiento preventivo implica tomar medicamentos diariamente para reducir la intensidad de los ataques futuros o evitar que se produzcan. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA) ha aprobado una variedad de medicamentos para estos métodos de tratamiento. El uso de medicamentos para el dolor de cabeza debe ser controlado por un médico, ya que algunos medicamentos pueden causar efectos secundarios.
Tomar medicamentos para el alivio del dolor de cabeza más de tres veces por semana puede llevar al dolor de cabeza por uso de medicamentos en exceso (anteriormente llamado dolor de cabeza de rebote), en el cual el dolor de cabeza inicial se alivia temporalmente pero reaparece cuando se va el efecto del medicamento. Tomar más medicamentos para tratar el nuevo dolor de cabeza lleva a tener períodos progresivamente más breves de alivio del dolor con un patrón de dolor de cabeza crónico recurrente. El dolor de cabeza varía de moderado a intenso y puede presentarse con náuseas o irritabilidad. Puede llevar semanas para que terminen estos dolores de cabeza una vez que se suspende el medicamento.
Los cambios en el estilo de vida que reducen o previenen los ataques de migraña en algunas personas e incluyen hacer ejercicios, evitar las comidas y bebidas que desencadenan los dolores de cabeza, mantener una hidratación adecuada, suspender ciertos medicamentos y cuidar el buen dormir. La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar la cefalea crónica diaria, así que se recomienda un programa de pérdida de peso para las personas obesas.
A menudo los dolores de cabeza son un síntoma secundario de un trastorno del sueño. Por ejemplo, el dolor de cabeza tensional se ve regularmente en las personas con trastornos del insomnio o ciclos de sueño-vigilia. Cerca de tres cuartos de las personas que padecen narcolepsia se quejan de migraña o dolor de cabeza en racimo. Las migrañas y los dolores de cabeza en racimo parecen estar relacionadas con el número y la transición entre el movimiento ocular rápido (REM) y otros períodos de sueño que tiene la persona durante el sueño. La cefalea hípnica despierta a las personas principalmente por la noche pero también puede interrumpir las siestas de día. Los niveles reducidos de oxígeno en las personas con apnea del sueño pueden desencadenar dolores de cabeza temprano por la mañana.
Obtener la cantidad adecuada de sueño puede aliviar el dolor de cabeza. Generalmente, muy poco o demasiado sueño puede empeorar los dolores de cabeza, al igual que el uso de medicamentos en exceso para dormir. Las siestas de día a menudo reducen el sueño profundo por la noche y pueden producir dolores de cabeza en algunos adultos. Algunos trastornos del sueño y los dolores de cabeza secundarios se tratan usando antidepresivos. Consulte con el médico antes de usar medicamentos de venta sin receta para aliviar los dolores de cabeza asociados con el sueño.
En el Centro Nacional de Bruxismo y Dolor Facial nos encargamos de hacer una diagnóstico diferencial y preliminar, para hacer un correcto tratamiento o la respectiva interconsulta con el especialista adecuado.
La cefalea es un dolor que puede ser leve o intenso, en una o más partes de la cabeza, así como en la parte posterior y superior del cuello. Existen múltiples causas y diferentes tipos de cefalea.
El dolor de cabeza, o cefalea, es la forma más común de dolor y una de las razones principales por las que las personas se toman días de licencia y acuden al médico.
Se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez en el último año) en los adultos es de aproximadamente 50%. Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año, y el 30% o más de este grupo ha padecido migraña. La cefalea que se presenta 15 días o más cada mes afecta de un 1,7% a un 4% de la población adulta del mundo. A pesar de las variaciones regionales, las cefaleas son un problema mundial que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas.
El tipo más común de dolor de cabeza es el tensional. Este ocurre por la tensión que se genera en los músculos de los hombros, del cuello, del cuero cabelludo y de la mandíbula. Suele relacionarse con el estrés, depresión o ansiedad. Generalmente se asocian a personas que trabajan demasiado, personalidades autoexigentes, problemas del sueño, problemas de la postura, desordenes alimenticios, etc.
Existen muchos tipos de celfaleas (dolores de cabeza) siendo los más comunes las migrañas (con y sin aura), cefaleas en racimos y cefaleas por sinusitis. No todos los dolores de cabeza necesitan atención médica, pero a veces el dolor de cabeza puede indicar un trastorno más grave. Es importante consultar a un especialista si tiene dolores de cabeza repentinos y severos, y especialmente se debe consultar inmediatamente si tiene dolor de cabeza después de un golpe o si se presenta con rigidez en el cuello, fiebre, confusión, pérdida de la conciencia o dolor en los ojos o los oídos.
Cómo y bajo qué circunstancias una persona padece un dolor de cabeza puede ser la clave para diagnosticar su causa. Mantener un diario de los dolores de cabeza puede ayudar al médico a diagnosticar mejor su tipo de dolor de cabeza y a determinar el mejor tratamiento. Después de cada dolor de cabeza, anote la hora del día en que ocurrió; su intensidad y duración; cualquier sensibilidad a la luz, olores o sonido; actividad inmediatamente anterior al dolor de cabeza; el uso de medicamentos con o sin receta; la cantidad de sueño la noche anterior; cualquier estado estresante o emocional; cualquier influencia del clima o actividad diaria; alimentos y líquidos consumidos en las últimas 24 horas; y cualquier enfermedad conocida en ese momento. Las mujeres deben anotar las fechas de sus ciclos menstruales. Incluya notas sobre otros familiares que tengan antecedentes de dolor de cabeza u otro trastorno. Podría surgir un patrón que pueda ser útil para reducir o prevenir los dolores de cabeza.
La International Classification of Headache Disorders (Clasificación Internacional de las Cefaleas), publicada por la International Headache Society (Sociedad Internacional de las Cefaleas), se usa para clasificar más de 150 tipos de Cefaleas primarias y secundarias.
Existen distintos tipos de cefaleas primarias:
Tipo Tensional
Las cefaleas tensionales son el tipo más común de dolor de cabeza. Su nombre indica el papel del estrés y el conflicto mental o emocional para desencadenar el dolor y contraer los músculos del cuello, la cara, el cuero cabelludo y la mandíbula. Generalmente son causados por apriete y rechinamiento de los dientes (bruxismo), contracturas de los músculos de la cara y el cuello, jornadas laborales extenuantes, estrés. depresión, ansiedad y falta de sueño. La apnea del sueño también puede causar dolores de cabeza tensionales, especialmente por la mañana. El dolor generalmente es de leve a moderado y se siente como si se aplicara presión constante en el frente, en la cabeza o el cuello. También puede sentirse como un cinturón que aprieta alrededor de la cabeza. Lo mas frecuente es sentir el dolor a ambos lados de la cabeza.
Las personas que padecen de dolores de cabeza tensionales también pueden sentirse muy sensibles a la luz y al sonido, pero no hay aura antes del dolor de cabeza como con la migraña (ver en sección de migrañas). Generalmente los dolores de cabeza tensionales desaparecen una vez que haya terminado el período de estrés o la causa relacionada.
Las cefaleas tensionales afectan con mayor frecuencia a las mujeres. Generalmente los dolores de cabeza comienzan en la adolescencia y alcanzan su actividad máxima poco después de los 30 años. No han sido vinculados con las hormonas y no tienen una fuerte conexión hereditaria.
Existen dos formas de dolor de cabeza tensional:
La depresión y la ansiedad pueden causar cefaleas tensionales. Los dolores de cabeza pueden aparecer temprano por la mañana o por la noche, cuando se anticipan los conflictos en la oficina o en el hogar. Otras causas incluyen posturas físicas que fuerzan la cabeza y los músculos del cuello (como mantener la barbilla hacia baja al leer o mantener el teléfono entre el hombro y su oreja), y la disfunción de la articulación temporomandibular (un trastorno de las articulaciones entre el hueso temporal ubicado encima del oído y la mandíbula, o maxilar inferior).
Migraña (jaquecas)
Las migrañas son una forma de dolor de cabeza vascular (relacionado a los vasos sanguíneos). Alrededor del 12% de la población de USA sufre de migrañas.
Las migrañas implican ataques recurrentes de dolor de intensidad moderada a severa, con características punzante (sensación de que algo está clavando) o pulsátil (sensación de dolor que viene forma de pulsos) y a menudo ataca un solo lado de la cabeza. Si se dejan sin tratar los ataques pueden duran de 4 a 72 horas. Otros síntomas comunes son aumento de la sensibilidad a la luz (fotofobia), ruido y olores; y náuseas y vómitos. La actividad física de rutina, el movimiento o aún la tos o los estornudos pueden empeorar el dolor de cabeza.
Las migrañas aparecen más frecuentemente por la mañana, especialmente al despertarse. Algunas personas tienen migrañas en horarios predecibles, como antes de la menstruación o los fines de semana luego de una semana laboral estresante. Muchas personas se sienten exhaustas o débiles luego de la migraña, pero generalmente no tienen síntomas entre los episodios migrañosos.
Existen diferentes factores que puede aumentar el riesgo de padecer una migraña. Estos factores desencadenantes varían entre las personas e incluyen cambios repentinos en el clima o el ambiente, dormir muy poco o en exceso, olores fuertes, emoción, estrés, sobreesfuerzo, ruidos fuertes o repentinos, bajas en los niveles de azúcar sanguíneo, algunos tipos de comidas, tabaco, depresión, ansiedad, golpes en la cabeza, resaca, algunos medicamentos, cambios hormonales y luces fuertes o intermitentes. El uso de medicamentos en exceso o las dosis omitidas también pueden causar dolores de cabeza. En cerca del 50% de quienes padecen de migraña, los factores desencadenantes son algunos alimentos o ingredientes, entre los que se incluyen el aspartamo, la cafeína (o la abstinencia de la cafeína), vino y otros tipos de alcohol, chocolate, quesos añejos, glutamato monosódico, algunas frutas y frutas secas, productos fermentados o en escabeche, levadura, y carnes curadas y procesadas. Mantener un control y anotando lo que se come, ayudará a identificar los alimentos desencadenantes.
Las migrañas se producen tanto en los niños como en los adultos, pero afectan a las mujeres adultas tres veces más que a los hombres. Existe evidencia de que las migrañas son genéticas, ya que la mayoría de quienes padecen de migraña tienen antecedentes familiares del trastorno. También se producen frecuentemente en las personas que tienen otras enfermedades. La depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar, los trastornos del sueño y la epilepsia son más comunes en las personas con migraña que en la población general. Quienes padecen de migraña—en particular aquellas personas que tienen síntomas de pre-migraña denominados aura—tienen un riesgo levemente superior de sufrir un accidente cerebrovascular.
A menudo la migraña en las mujeres se relaciona con cambios hormonales. Los dolores de cabeza pueden comenzar al inicio del primer ciclo menstrual o durante el embarazo. La mayoría de las mujeres ve una mejoría después de la menopausia, aunque la extracción quirúrgica de los ovarios generalmente empeora las migrañas. Las mujeres con migraña que toman anticonceptivos orales pueden tener cambios en la frecuencia y la intensidad de los ataques, mientras que las mujeres que no padecen de dolores de cabeza pueden desarrollar migrañas como un efecto secundario de los anticonceptivos orales.
Fases de la migraña. La migraña se divide en cuatro fases, todas las cuales pueden estar presentes durante el ataque:
Los síntomas premonitorios se producen hasta 24 horas antes de desarrollar una migraña. Estos incluyen antojos de comidas, cambios del estado de ánimo sin causa aparente (depresión o euforia), bostezos incontrolables, retención de líquidos o aumento de la micción (orinar).
Algunas personas verán destellos o luces fuertes o lo que parecen ser olas de calor inmediatamente antes o durante la migraña, mientras otras pueden tener debilidad muscular o la sensación de ser tocados o agarrados.
Dolor de cabeza. Una migraña generalmente comienza gradualmente y aumenta en intensidad. Es posible tener una migraña sin un dolor de cabeza.
Postdromo (luego de un dolor de cabeza). A menudo las personas están exhaustas o confundidas luego de una migraña. El período de postdromo puede durar hasta un día.
Tipos de migraña. Existen varios tipos, pero las dos principales son:
Migraña con aura, previamente llamada migraña clásica, incluye perturbaciones visuales y otros síntomas neurológicos que aparecen alrededor de 10 a 60 minutos antes del dolor de cabeza real y generalmente no duran más de una hora. Es posible que se pierda temporalmente parte o toda la visión. El aura puede producirse sin padecer el dolor de cabeza que viene después. Otros síntomas clásicos incluyen confusión, dificultad para hablar, entumecimiento o debilidad muscular en un lado del cuerpo; y sensación de cosquilleo en las manos o la cara. Las náuseas, la pérdida del apetito y el aumento de la sensibilidad a la luz y/o el ruido puede preceder al dolor de cabeza.
Migraña sin aura o migraña común, es la forma más frecuente de migraña. Los síntomas incluyen el dolor de cabeza que aparece sin advertencia y generalmente se siente en un lado de la cabeza, junto con náuseas, confusión, visión borrosa, cambios en el ánimo, fatiga, y aumento de la sensibilidad a la luz, el sonido o el ruido.
Dolores de cabeza en racimo (cefaleas tipo Cluster)
La forma más grave de dolor de cabeza primario—involucra dolores de cabeza repentinos y extremadamente dolorosos que se producen en «racimos”, generalmente en el mismo momento del día y la noche durante varias semanas. Atacan un lado de la cabeza, a menudo alrededor o detrás de un ojo y pueden estar precedidos por un aura del tipo de la migraña y náuseas. El dolor generalmente llega al máximo entre los 5 y 10 minutos luego del inicio y continúa en esa intensidad hasta por 3 horas. La nariz y el ojo del lado afectado de la cara pueden estar enrojecidos, hinchados y llorosos. Algunas personas experimentarán inquietud y agitación, cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, sensibilidad a la luz, el sonido o el olfato. Los dolores de cabeza en racimo a menudo despiertan a las personas mientras duermen.
Los dolores de cabeza en racimo generalmente comienzan entre los 20 y los 50 años, pero pueden comenzar a cualquier edad, se producen más frecuentemente en los hombres que en las mujeres y son más comunes en fumadores que en no fumadores. Generalmente los ataques son menos frecuentes y más breves que en las migrañas. Es común tener 1 a 3 dolores de cabeza por día con 2 períodos por año, con un intervalo de meses sin tener síntomas. Los períodos en racimo a menudo aparecen en forma estacional, generalmente en la primavera o el otoño, y pueden ser confundidos con alergias.
Un pequeño número de personas desarrolla una forma crónica del trastorno, que se caracteriza por brotes de dolores de cabeza que pueden durar años con sólo breves períodos (1 mes o menos) de remisión. Los dolores de cabeza en racimo se producen más frecuentemente por la noche que en el día, sugiriendo que podrían estar causados por irregularidades en el ciclo de sueño-vigilia. El alcohol (especialmente el vino tinto) y fumar pueden provocar los ataques. Los estudios muestran una conexión entre los dolores de cabeza en racimo y el traumatismo craneano previo. Un aumento del riesgo familiar de estos dolores de cabeza sugiere que pueden tener una causa genética.
Las cefaleas secundarias están causadas por una enfermedad subyacente que afecta al cerebro. Los dolores de cabeza secundarios generalmente se diagnostican basándose en otros síntomas que aparecieron en forma concomitante y en las características de los dolores de cabeza. Algunas de las causas más serias de del dolor de cabeza secundario incluyen:
Tumor cerebral
Un tumor que crece en el cerebro puede hacer presión contra el tejido nervioso y las paredes de los vasos sanguíneos sensibles al dolor, interrumpiendo la comunicación entre el cerebro y los nervios o restringiendo el suministro de sangre al cerebro. La gran mayoría de las personas con dolor de cabeza no tienen tumores cerebrales.
Alteraciones de vasos sanguíneos en el cerebro
Varios trastornos asociados con la formación y la actividad de los vasos sanguíneos pueden causar un dolor de cabeza. La más importante de estas afecciones es el accidente cerebrovascular. El dolor de cabeza en sí puede causar un accidente cerebrovascular o acompañar a una serie de trastornos de los vasos sanguíneos que pueden causar un accidente cerebrovascular.
Existen dos formas de accidente cerebrovascular:
Exposición o retiro de una sustancia
Los dolores de cabeza pueden producirse en estados tóxicos como mucho alcohol en la sangre, envenenamiento con monóxido de carbono o exposición a sustancias químicas y metales tóxicos, productos de limpieza, solventes y pesticidas. En los casos más graves, los niveles tóxicos en aumento pueden causar un dolor de cabeza punzante y pulsátil que, si no se tratara, puede llevar al envenenamiento sistémico, falla de órganos y daño neurológico permanente. Estos dolores de cabeza generalmente se tratan identificando y quitando la acumulación de toxinas. La abstinencia de ciertos medicamentos o de la cafeína luego del uso frecuente o excesivo también puede causar dolores de cabeza.
Lesión craneana
A menudo los dolores de cabeza son un síntoma de una conmoción cerebral u otra lesión craneana. El dolor de cabeza puede desarrollarse inmediatamente o meses después de un golpe en la cabeza, con dolor que se siente en el sitio de la lesión o en toda la cabeza. En la mayoría de los casos, la causa del dolor de cabeza postraumático es desconocido. A veces la causa son vasos sanguíneos rotos, que dan como resultado una acumulación de sangre llamada hematoma. Esta masa de sangre puede desplazar tejido cerebral y causar dolores de cabeza al igual que debilidad, confusión, pérdida de la memoria y convulsiones. e toman medicamentos anticoagulantes.
Aumento de la presión intracraneana
Un tumor en crecimiento, una infección, o hidrocefalia (una acumulación extensa de líquido cefalorraquídeo en el cerebro) puede aumentar la presión en el cerebro y comprimir los nervios y los vasos sanguíneos, causando dolores de cabeza.
Anormalidades estructurales de la cabeza, el cuello y la columna
El dolor de cabeza y la pérdida de la función pueden desencadenarse por anomalía estructurales en la cabeza o la columna, flujo sanguíneo restringido en el cuello, irritación de los nervios en cualquier parte de la vía desde la médula espinal al cerebro o posiciones estresantes o torpes de la cabeza y el cuello. Los dolores de cabeza cervicogénicos están causados por irregularidades estructurales en la cabeza o el cuello.
El primer paso para tratar un dolor de cabeza tensional implica tratar cualquier trastorno o enfermedad específica que pueda estar causándola. La identificación del problema primario es muy importante para el éxito del tratamiento.
En muchos el problema puede ser solucionado por un solo especialista, pero no se debe perder el enfoque multidisciplinario, que comprende que las personas son un todo y que están influenciadas tanto por el ambientes social, aspectos de la personalidad y las estructuras del cuerpo propiamente tal (enfoque médico biopsicosocial). De esta forma el tratamiento podría ser dirigido por el Odontólogo especialista quien pudiera derivar a tratamientos de kinesiológicos, medicina del sueño, tratamientos de autoconocimiento y control de factores estresantes, etc.
Las terapias alternativas para los dolores de cabeza tensionales crónicos incluyen a la medicina bioreguladora, técnicas de relajación, meditación y terapia cognitiva-conductual para reducir el estrés. Una ducha caliente o calor húmedo aplicado en la parte posterior del cuello puede aliviar los síntomas de dolores de cabeza tensionales poco frecuentes. También pueden ser útiles la fisioterapia, el masaje y ejercicios suaves del cuello.
En el Centro Nacional de Bruxismo y Dolor Facial nos encargamos de hacer una diagnóstico diferencial y preliminar, para hacer la respectiva interconsulta con un Neurólogo, ya que son ellos pueden entregar el mejor tratamiento para este tipo de cefaleas.
El tratamiento de la migraña está dirigido a aliviar los síntomas y a prevenir episodios adicionales. Los pasos rápidos para aliviar los síntomas pueden incluir hacer una siesta o descansar con los ojos cerrados en un cuarto tranquilo y oscuro; colocar un paño fresco o una compresa helada sobre la frente, y beber abundantes líquidos, particularmente si la migraña está acompañada de vómitos. Pequeñas cantidades de cafeína pueden ayudar a aliviar los síntomas durante las etapas iniciales de la migraña.
La terapia medicamentosa para la migraña está dividida en tratamiento agudo y preventivo. Los medicamentos agudos o “abortivos” se toman enseguida que aparecen los síntomas para aliviar el dolor y restablecer el funcionamiento. El tratamiento preventivo implica tomar medicamentos diariamente para reducir la intensidad de los ataques futuros o evitar que se produzcan. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA) ha aprobado una variedad de medicamentos para estos métodos de tratamiento. El uso de medicamentos para el dolor de cabeza debe ser controlado por un médico, ya que algunos medicamentos pueden causar efectos secundarios.
Tomar medicamentos para el alivio del dolor de cabeza más de tres veces por semana puede llevar al dolor de cabeza por uso de medicamentos en exceso (anteriormente llamado dolor de cabeza de rebote), en el cual el dolor de cabeza inicial se alivia temporalmente pero reaparece cuando se va el efecto del medicamento. Tomar más medicamentos para tratar el nuevo dolor de cabeza lleva a tener períodos progresivamente más breves de alivio del dolor con un patrón de dolor de cabeza crónico recurrente. El dolor de cabeza varía de moderado a intenso y puede presentarse con náuseas o irritabilidad. Puede llevar semanas para que terminen estos dolores de cabeza una vez que se suspende el medicamento.
Los cambios en el estilo de vida que reducen o previenen los ataques de migraña en algunas personas e incluyen hacer ejercicios, evitar las comidas y bebidas que desencadenan los dolores de cabeza, mantener una hidratación adecuada, suspender ciertos medicamentos y cuidar el buen dormir. La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar la cefalea crónica diaria, así que se recomienda un programa de pérdida de peso para las personas obesas.
A menudo los dolores de cabeza son un síntoma secundario de un trastorno del sueño. Por ejemplo, el dolor de cabeza tensional se ve regularmente en las personas con trastornos del insomnio o ciclos de sueño-vigilia. Cerca de tres cuartos de las personas que padecen narcolepsia se quejan de migraña o dolor de cabeza en racimo. Las migrañas y los dolores de cabeza en racimo parecen estar relacionadas con el número y la transición entre el movimiento ocular rápido (REM) y otros períodos de sueño que tiene la persona durante el sueño. La cefalea hípnica despierta a las personas principalmente por la noche pero también puede interrumpir las siestas de día. Los niveles reducidos de oxígeno en las personas con apnea del sueño pueden desencadenar dolores de cabeza temprano por la mañana.
Obtener la cantidad adecuada de sueño puede aliviar el dolor de cabeza. Generalmente, muy poco o demasiado sueño puede empeorar los dolores de cabeza, al igual que el uso de medicamentos en exceso para dormir. Las siestas de día a menudo reducen el sueño profundo por la noche y pueden producir dolores de cabeza en algunos adultos. Algunos trastornos del sueño y los dolores de cabeza secundarios se tratan usando antidepresivos. Consulte con el médico antes de usar medicamentos de venta sin receta para aliviar los dolores de cabeza asociados con el sueño.
En el Centro Nacional de Bruxismo y Dolor Facial nos encargamos de hacer una diagnóstico diferencial y preliminar, para hacer un correcto tratamiento o la respectiva interconsulta con el especialista adecuado.
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